Honoré Daumier (pronunciación aproximada del apellido: Domié), (*Marsella 26 de febrero de 1808- † Valmondois 10 de febrero de 1879). caricaturista, pintor, dibujante y escultor francés.
Honoré Daumier nació el año 1808 en la ciudad de Marsella, pero siendo niño debió transladarse a París junto con su familia. En París, muy joven trabajo como ujier en un tribunal de justicia y cadete en una librería, luego se dedicó a estudiar pintura y dibujo. De este modo dio inicio a su carrera de artista realizando trabajos en xilografía y la ilustración de anuncios publicitarios en los que se nota el influjo de Charlet.
En 1828 comenzó sus primeras litografías para el diario La Silohuette (La Silueta). En 1830 inició su labor en la revista humorística La Caricature en donde adquirió merecido renombre por sus grabados y dibujos llenos de sátira y crítica social (incluyendo escenas domésticas). En 1832 comenzó a trabajar en Le Charivari, periódico humorístico-político dirigido por Charles Philipon particularmente crítico al gobierno de Luis Felipe I de Orleans, allí tuvo como colegas a otros señalados caricaturistas:Raffet, Devéria y Grandville.
Daumier precisamente por haber realizado una caricatura en la cual ese monarca aparecía retratado como Pantagruel (el glotón personaje de Rabelais), sufrió una prisión de seis meses.
Sus grabados se destacan por la mordacidad descarnada y sin embargo de matices exquisitos y líneas nada excentas de sutileza, al trabajar sarcásticamente los rostros, las expresiones, los gestos, con precisas exageraciones logra dar noción de la personalidad de los sujetos representados.
Esta pequeña introducción nos leva a mostrar algunos de sus dibujos de la serie correspondiente a la justicia y abogados.
Resulta muy interesante visitar la exposición de sus trabajos en:
http://www.daumier-register.org
http://www.daumier.org
"Es cierto, usted ha perdido su caso ... pero seguro ha disfrutado la elocuencia de mi alegato!"
"Un litigante que desafortunadamente no tiene los detalles más importante para ganar su caso .... pesos y centavos."
"Bien, ahora queridos colegas ... ustedes no deben pelear mientras no sea en la sala de audiencias ... no debemos desperdiciar una sola palabra aquí ...."
"Aquí está el fiscal que le dirá algunas cosas muy desagradables .... así que intente llorar un poco, de un ojo por lo menos .... que generalmente ayuda"
"¡Muy bien! ¡Sí, caballeros, es algo desafortunado en la corte de Assize... pero la desgracia es siempre respetable! ... Por otra parte, es verdad lo que se ha dicho, yo tengo el hábito de sustraer dinero ... ¿... es fácil excusarme como cualquier otro porque me es muy dificil resistir mis debilidades... en cuanto al resto, se me acusa de vender plomo por oro? Veinte testigos lo juran. ¡Muy bien! Lo niego cuarenta veces y puesto que dos negaciones valen una confesión está claro que no pueden encontrarme culpable.(Luego de esta brillante imrovisación Robert Macaire fué condenado a la máxima pena.)"
"Ha Perdido otra vez en la corte superma de justicia... y él se queja como si no pudiera todavía apelar en la Corte Superior de Apelaciones...."
"La defensa felicita el talento del fiscal, mientras que el fiscal general admira la elocuencia de la defensa. El juez aplaude a ambos y todos satisfechos, excepto el acusado."
Honoré Daumier nació el año 1808 en la ciudad de Marsella, pero siendo niño debió transladarse a París junto con su familia. En París, muy joven trabajo como ujier en un tribunal de justicia y cadete en una librería, luego se dedicó a estudiar pintura y dibujo. De este modo dio inicio a su carrera de artista realizando trabajos en xilografía y la ilustración de anuncios publicitarios en los que se nota el influjo de Charlet.
En 1828 comenzó sus primeras litografías para el diario La Silohuette (La Silueta). En 1830 inició su labor en la revista humorística La Caricature en donde adquirió merecido renombre por sus grabados y dibujos llenos de sátira y crítica social (incluyendo escenas domésticas). En 1832 comenzó a trabajar en Le Charivari, periódico humorístico-político dirigido por Charles Philipon particularmente crítico al gobierno de Luis Felipe I de Orleans, allí tuvo como colegas a otros señalados caricaturistas:Raffet, Devéria y Grandville.
Daumier precisamente por haber realizado una caricatura en la cual ese monarca aparecía retratado como Pantagruel (el glotón personaje de Rabelais), sufrió una prisión de seis meses.
Sus grabados se destacan por la mordacidad descarnada y sin embargo de matices exquisitos y líneas nada excentas de sutileza, al trabajar sarcásticamente los rostros, las expresiones, los gestos, con precisas exageraciones logra dar noción de la personalidad de los sujetos representados.
Esta pequeña introducción nos leva a mostrar algunos de sus dibujos de la serie correspondiente a la justicia y abogados.
Resulta muy interesante visitar la exposición de sus trabajos en:
http://www.daumier-register.org
http://www.daumier.org
"Es cierto, usted ha perdido su caso ... pero seguro ha disfrutado la elocuencia de mi alegato!"
"Un litigante que desafortunadamente no tiene los detalles más importante para ganar su caso .... pesos y centavos."
"Bien, ahora queridos colegas ... ustedes no deben pelear mientras no sea en la sala de audiencias ... no debemos desperdiciar una sola palabra aquí ...."
"Aquí está el fiscal que le dirá algunas cosas muy desagradables .... así que intente llorar un poco, de un ojo por lo menos .... que generalmente ayuda"
"¡Muy bien! ¡Sí, caballeros, es algo desafortunado en la corte de Assize... pero la desgracia es siempre respetable! ... Por otra parte, es verdad lo que se ha dicho, yo tengo el hábito de sustraer dinero ... ¿... es fácil excusarme como cualquier otro porque me es muy dificil resistir mis debilidades... en cuanto al resto, se me acusa de vender plomo por oro? Veinte testigos lo juran. ¡Muy bien! Lo niego cuarenta veces y puesto que dos negaciones valen una confesión está claro que no pueden encontrarme culpable.(Luego de esta brillante imrovisación Robert Macaire fué condenado a la máxima pena.)"
"Ha Perdido otra vez en la corte superma de justicia... y él se queja como si no pudiera todavía apelar en la Corte Superior de Apelaciones...."
"La defensa felicita el talento del fiscal, mientras que el fiscal general admira la elocuencia de la defensa. El juez aplaude a ambos y todos satisfechos, excepto el acusado."
0 comentarios:
Publicar un comentario