Hace unos días, tomando un café por ahí, escuché que un niño de 5 años más o menos le preguntaba muy interesado a su madre, después de ver en la TV del lugar algo ciertamente extraño, qué es lo que era el "matrimonio gay" ? La madre, en primera instancia, optó por ignorar al chiquito, pero como ya entendemos, los niños de hoy en día no se destacan por la sumisión y la pasividad en algunos temas que les interesan, sino que todo lo contrario a ello: insitió un par de veces más. Frente a esta actitud, la madre lejos de enojarse por su curioso hijo, contestó sin rodeo alguno: "Son dos amigos que se quieren mucho y se casan para así no separarse nunca". NO juzgo la respuesta de esta señora, es más, me parece fantástico, tal es así, que el pequeño se quedó callado por un largo rato. Yo, muy atento a la situación (sí, no me digan que no está bueno escuchar conversaciones ajenas, sino pregúntenle a Nixon) observé que nuevamente el chico miraba a su madre para disparar de nuevo: "Mami, me puedo casán (sí casán) con Esteban? Asi podemos seguir jugando después de la guardería".
Cuestión de costumbres, cuestión de evolución humana, no lo sé. Lo único que sé, es que este tema está hace tiempo en mi cabeza y tengo ganas de compartirlo con ustedes, con los que me conocen (y los que no también). Es que estoy totalmente a favor con la constitución y sus principios de igualdad y equidad entre todas las personas, la equiparación de los derechos civiles y demás. No me quejo de que personas del mismo sexo caminen por la calle y tengan el mismo trato que una pareja normal, que vivan juntos, trabajen y desempeñen su vida normal, corriente como otras tantas personas que tienen otras características variadas en su peculiar estilo de vida. Es más, yo me las voy a arreglar si mi hijo el día de mañana me pregunta porqué Arturito del Jardincito, tiene dos papás.
Lo que no tolero sin embargo, es una ley que avale que dos personas, con la misma sexualidad, tengan protección jurídica ante el estado, tengan no sólo la capacidad de casarse, sino también de adoptar.
Buenísimo, miles de chicos en la calle van a tener un hogar, muchas personas en desigualdad de condiciones "jurídicas", se van a poner a la altura de la situación: "Che Tito, no sabía que eras casado. Obvio, me casé con Osvaldo hace un mes y medio (wtf???)".
Sí, costumbre, dicen todos, igualdad, "la ley de divorcios también era mal vista". Muchachos, hagan de su culo un florero (con todo repseto), pero por favor, no se comparen con el divorcio (te quiero ver viviendo con una insoportable toda tu vida, o con un gordo pajero toda tu existencia y seguirlo viendo de por vida porque te equivocaste), he escuchado que se asimilan su situación con la del "voto femenino que antes era mal visto". No hay punto de comparación: Quieren que aceptemos algo que va en contra de la naturaleza humana? Me limito estrictamente a este tema, no vengan, con ejemplos pelotudos, me limito al "nene con el nene y la nena con la nena".
Ok, dénle el visto bueno mis queridos legisladores (si te negás te afanan la cartera, ya le pasó a una diputada en plena sesión, por supuesto en contra del matrimonio de Tito y Osvaldo), que puedan formar una familia, que puedan divorciarse, que sus hijos puedan sorprender a papá entrándole mediante "doggy style" a papá.
Que puedan adoptar, así sus hijos ven como Tito engaño con Alberto a su marido Osvaldo, que cuando les pregunten como se conocieron, ellos digan: "Lo conocí porque eramos los dos defensores en el fulbito 5 de los sábados, y ... me enamoré". Miremonos todos con cariño que nos podemos casar tranquilos con lo que venga.
No me sorprenderá ver después a alguien que se quiera casar con su perro, al fin y al cabo le fue fiel toda su vida, está de buen pedigree no ronca cuando duerme, y podrían adoptar cachorros y bebés, así, todos felices: cuando los hijos sean más grandes podrían sacar a papá a pasear al parque.
Sigamos, A Federico, le encanta su hija, tanto, tanto, que se enamoró perdidamente, claro, la crió con todo su amor, y ahora deja a su mujer por su hija: es natural, es natural, son hombre y mujer. Federico irá con orgullo y aceptación de su condición ante el juzgado y exigirá el matrimonio con su hija: "Pero, a mi no me dejan? Pero si vengo con un amigo ...sí?". Años más tarde, otro Arturito, le preguntará a su madre: "Cómo conociste a papá?" a lo que ella le contestará: "Mi amor, tu padre me conoce desde que nací, es más nosotros hijo, vendríamos siendo algo así como hermanos".
No creen que se les está yendo un poco la mano ?
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